29 abr 2016

Padece de insomnio

Esto pasó más o menos hace unos 2 días, me encontraba en la sala de mi casa muy tranquilo en mi computador frente de mi hay una ventana la cual da al patio de mi vecino ya que vivo en un segundo piso pues se puede apreciar todo el patio super bien  y aquel día escuche unos sonidos estraños mi perro estába algo rato lo notaba como si estuviera nervioso o algo asi, me levanto del computador para ver que es el ruido que se escuchaba y no había nada por ningún lado y ya que era tarde de la noche más o menos las 2 de la mañana pues sentí algo de miedo pero no preste importancia y seguí en lo que estába cuando de repente siento un suspiro en mi cuello el cual me paralizó el cuerpo y un frío aterrador me recorrió empecé a sentir el hambiente pesado y no podía moverme así dure más o menos unos 2 minutos creo yo pero para mi fue una eternidad.

28 abr 2016

El ascensor

Tim fregaba sin cesar los pasillos del hotel Moon Paradise como hacía todas las noches por la madrugada. Era un trabajo duro, pero no estaba mal pagado al ser un hotel de lujo. Lo malo es que todo tenía que estar perfectamente limpio antes de las seis de la mañana, ya que las actividades diurnas del hotel comenzaban a esa hora. Pero a Tim le daba igual: tenía un trabajo seguro y nadie le molestaba, y esto último para él, era lo más importante.

Lo único que le perturbaba era una cosa: el ascensor de la segunda planta. Todos lo días sin fallar, el ascensor subía de la planta baja hasta la segunda y su puerta se abría revelando el lujoso interior, como invitando a quién estuviera por las inmediaciones a subir en él. Y así se quedaba durante un rato. Tim ya había preguntado alguna vez al conserje de la planta baja si alguien había entrado en el ascensor en esos momentos, pero la respuesta era la misma: un no, seguido de una mirada extraña. Así que dejó de preguntar y se dedicó a limpiar, que era lo suyo. Podría ser algún inquilino bromista, sí, podría ser, o tal vez que el maldito cacharro no funcionaba como era debido.

Una noche que Tim se encontraba en la segunda planta tomando un breve descanso, mientras contemplaba un hermoso cuadro en la pared de un pintor que no conocía, el ascensor volvió a abrirse. Tim se giró y se quedó sorprendido al ver como una mujer, completamente vestida de negro de mirada sombría, salía por las puertas y se perdía por el pasillo de la derecha. Tim, extrañado y fascinado a la vez, dejó la fregona apoyada en la pared y se dirigió hacia el ascensor, que se encontraba al fondo del corredor. Cuando llegó miró hacia ambos lados del pasillo lateral, pero ni rastro de la mujer. Pero el ascensor allí seguía, abierto de par en par.

Tim entró en su ostentoso interior y lo admiró como nunca lo había hecho; hasta le parecía que no fuera el mismo ascensor de todos los días. Paredes de terciopelo de color rojo, adornadas con unos estampados dorados en forma de enredaderas y acompañadas de varias pinturas de personalidades que jamás había visto, decoraban el interior del misterioso ascensor. Se fijó en una pequeña pintura, un retrato en blanco y negro que le llamó la atención; en una esquina inferior del cuadro figuraba un nombre: Madania. No podía ser cierto: era extremadamente parecida a la mujer que acababa de salir del ascensor hacía pocos minutos. En ese preciso instante, el ascensor se cerró.

En un primer momento, Tim se quedó parado, esperando a que volviera a abrirse; pensaba que alguien habría accionado el ascensor desde otro piso, y pronto se abriría revelando al típico inquilino venido de alguna fiesta nocturna. Pero el ascensor llegó a la planta baja y siguió bajando, bajando y bajando… Tim se quedó parado, sin saber que hacer; su mente racional le decía que tal vez, hubieran pisos inferiores más abajo, como un sótano o algún almacén; lo más seguro es que algún empleado hubiera activado el ascensor desde allí abajo, mediante la llave reservada para pisos restringidos que solo cierto personal podía emplear.
Tim, con un extraño nudo en el estómago, siguió esperando pero el maldito trasto continuó descendiendo. Tim empezó a sollozar y golpeó la puerta del ascensor con fuerza, mientras gritaba sin cesar pidiendo que alguien lo ayudara. Pero era inútil. Tim se sentó en el suelo del elevador, ignorando por completo el lujoso interior que ahora le parecía perverso y maldito, y lloró muy asustado. Después de varios minutos que le parecieron horas, el elevador paró y sus puertas se abrieron. Tim, que se encontraba agazapado en el suelo del elevador con la cabeza gacha encima de las rodillas, levantó la mirada hacia el frente y observó lo que se le venía encima.

El penumbroso y larguísimo pasillo, pobremente iluminado con unos fluorescentes de color amarillo viejo, no se parecía en absoluto a nada que le indicara que seguía tratándose del hotel. Tim se levantó y salió del ascensor y se quedó a un metro de él, observando el entorno. El tenebroso corredor se asemejaba al de una fábrica abandonada, pues a sus lados no tenía puertas, sino unas entradas en forma de arco. El hombre se acercó a una de las entradas y miró dentro. Pudo ver una amplia y abovedada estancia de similar iluminación. Se asustó mucho cuando vio a varias personas vagando de aquí para allá entre la penumbra, mientras balbuceaban palabras ininteligibles. Se apartó de la esquina y cerró los ojos, pero en seguida, los abrió cuando oyó a alguien acercarse a su posición. Retrocedió temeroso hacia el elevador, pues no sabía quiénes eran ni que querían esos individuos tan grotescos, pero se quedó helado cuando vio, con horror, que ya no había ascensor.

Donde antes había habido un lujoso ascensor, ahora había un oscuro y sucio hueco tapiado de cabo a rabo; comprendió, por unos instantes, que estaba soñando, que se había vuelto loco de remate: esto no podía estar ocurriendo. Notó que alguien le miraba desde atrás. Se giró y vio a un hombrecillo calvo y vestido con harapos que le observaba curioso. Tim le preguntó, sin interesarle quién era o qué quería, qué lugar era este. El extraño hombrecillo le contestó que era el Reino de Madania. El asustado hombre se quedó extrañado, mirando al otro como hipnotizado. El grotesco hombrecillo, al ver que Tim no comprendía, le contestó: “Para ti, para nosotros y para todos los incautos que caigan en sus dominios, el infierno”.

El andrajoso hombrecillo le dijo que Madania, fue la dueña original del hotel Moon Paradise, pero fue asesinada por su marido, heredando él todo el negocio. Su marido no sabía que su mujer, había hecho en vida pactos con poderes oscuros, lo que le permitió venir a este plano en lugar de ser arrojada a un infierno de nivel inferior para ser consumida. Le comentó que Madania, cada cierto tiempo, atraía aquí a hombres jóvenes para servir de alimento a Aspleroth, dios de la superchería y la desdicha. Uno de ellos fue su marido, y aunque no era ya muy joven, su dios no puso muchas objeciones, pues Aspleroth se regocijaba con la venganza. Se decía que este demonio le proporcionaba grandes poderes y el poder permanecer en este plano, siempre y cuando pagara su tributo con almas jóvenes. El hombrecillo señaló hacia el fondo del pasillo: “más allá del corredor, se encuentra Aspleroth, nuestro señor, le dijo en voz baja”. “A nosotros nos deja en paz, pues ya estábamos aquí antes de que Madania llegara. También servimos a Aspleroth; en realidad todo el mundo que llega aquí le sirve. En el lugar más recóndito de su mente, Tim seguía pensando que todo esto terminaría, que tenía que ser una pesadilla causada por el estrés o por alguna demencia que su mente podría haber desarrollado.

Súbitamente, Tim sintió una gélida presencia detrás de él. Al girarse, se encontró frente a frente con la misma mujer que había visto saliendo del ascensor; la misma que la de la foto. Ahora, cerca de él, era una mujer de aspecto joven, muy bella, alta, más que él, y muy pálida, demasiado. Antes de que Tim le preguntara de qué iba todo esto, la fantasmagórica mujer le agarró del brazo con una fuerza sobrehumana y se lo llevó a rastras a través del oscuro pasillo. Tim chillaba como cual animal camino del matadero, mientras la heladora mano le iba debilitando poco a poco.

Lo último que vio Tim fueron las deprimentes luces fluorescentes que iluminaban el profundo corredor, antes de servir a oscuros propósitos que trascendían más allá de lo que una criatura inferior como él, podría llegar a comprender

Silbidos

El joven hombre caminaba tranquilo durante esa noche oscura y con nubes que presagiaban una tormenta. “Debería apresurarme”, pensó, mientras se paró y miró directo al cielo, y luego prosiguió con su viaje. La calle estaba extrañamente vacía y tranquila esa noche, algo que este joven había notado hacía ya tiempo y que, por alguna razón que no comprendía, lo inquietaba y lo hacía apresurarse todavía más. De pronto, escuchó un sonido detrás suyo, como un pitido o un silbido, que retumbó en el aire con un eco sombrío y estremecedor y una tonada que despertaba a la locura y a los sentimientos más oscuros que pueden llegar a habitar en el corazón de un hombre, pero que parecía no pertenecer a este plano de existencia tan terrenal, pues era como si proviniera del mismísimo Mas Allá, y cuando se dio la vuelta para buscar el origen de tan extraño y tétrico ruido, no vio más que la calle y los autos estacionados en los garajes de las casas. “Debe ser mi imaginación”, se dijo a sí mismo para tranquilizar su mente, “debo estar cansado y por ello escucho estas cosas”, pero la verdad era que no se creía ni una de las palabras que decía.

Cuando se dio la vuelta para seguir caminando, le pareció ver por el rabillo del ojo y por apenas unos milisegundos, una presencia oscura, que se asomaba desde uno de los árboles que se encontraban allí, pero le restó importancia, tratando de convencerse de que todo era un producto de su imaginación y de su agitada mente, en vano. Comenzó a caminar de una manera apresurada, casi corriendo, con ese sonido detrás de él que parecía acercarse cada vez más. De vez en cuando se daba la vuelta por unos segundos para mirar hacia la nada, esperando ver por fin de donde provenía ese silbido infernal, y todas las veces veía lo mismo por el rabillo del ojo: una figura etérea que se asomaba desde detrás de algo.

El silbido comenzó a aumentar su volumen gradualmente, y ahora ya no provenía desde detrás de él, sino que desde todos lados, desde todos los posibles ángulos. Fue en este momento cuando el joven se dio cuenta de que todo lo que estaba pasando a su alrededor no era un producto de su imaginación ni de su mente cansada, sino que en realidad estaba pasando, todo había sido verdad desde un principio y, al borde de la locura, comenzó a correr, como nunca lo había hecho hasta entonces. Mientras corría, comenzó a ver esa sombría figura en todos lados: en los tejados de las casas, dentro de los autos, incluso sobre las copas de los árboles. El muchacho, ya cansado y totalmente horrorizado, tropezó con un pedazo sobresaliente de vereda rota, y cayó al piso sobre sus manos. Cuando trataba de levantarse, alzó la mirada y allí estaba: esa horrible, negra y etérea silueta parada justo delante de él, sonriendo y mirándolo fijamente con unos ojos que recordaban a las mismas llamas del infierno. Convencido de que había llegado el momento de su prematura muerte, cerró los ojos y esperó lo peor.

Se despertó sobresaltado y totalmente empapado en su propio sudor. Miró alrededor de él y solo pudo apreciar la tranquilidad de su habitación. Afuera, se gestaba una tormenta ensordecedora y estrepitosa. Las gotas de agua chocaban contra las ventanas de su habitación, y parecían lagrimas que se deslizaban sobre un rostro de cristal. “Fue solo un sueño”, pensó, todavía algo alterado por la reciente pesadilla. Se levantó de la cama, se encaminó hasta el baño y se lavó el rostro con el agua del grifo. Luego bajo las escaleras, acompañado por el sonido de sus propias pisadas y de las gotas de agua chocando sobre el tejado.

Entonces lo volvió a escuchar; ese maldito sonido que parecía provenir desde el más profundo de los círculos del Averno. Se quedó ahí parado, en medio de la escalera, totalmente petrificado por el miedo, con la mirada perdida en el vacío y sus ojos totalmente inyectados en sangre. Su cuerpo comenzó a producir un sudor frío que bajaba por su rostro.

De repente, un relámpago iluminó toda la sala por apenas unos segundos y le obligó a cerrar los ojos. Cuando los abrió, no pudo dar crédito a lo que sus ojos veían: todo el recinto estaba totalmente atestado de esas diminutas y detestables criaturitas, que se movían y amontonaban uno sobre otro con un ritmo demencial. Cuando sus piernas por fin se decidieron a responderle, se dio la vuelta y volvió a subir las escaleras, y se dirigió a la seguridad de su habitación. Cuando llegó, entró y cerró la puerta detrás de sí y se recostó contra ella. Se dejó caer y hundió su rostro envuelto en lágrimas en sus manos mientras ese sonido diabólico le retumbaba en la cabeza. El pobre hombre ya no pudo aguantar más y dirigió sus manos a sus oídos e introdujo sus dedos índices dentro de ellos, hasta llegar a lo más profundo, destrozando sus tímpanos, con la esperanza de acallar el silbido que lo atormentaba, pero fue en vano. Al poco tiempo su cuerpo fue encontrado por la policía, debido a las denuncias de sus vecinos sobre el olor que provenía desde dentro de la casa. Un detective se acercó al cuerpo y le dijo al policía que se encontraba ahí tomando fotografías: -¿Qué tenemos aquí?

-Hombre joven de 26 años. Su nombre era Marco Dinardi. Sufrió una arritmia general entre las 3:30 y las 3:50 de la madrugada.
-¿Arritmia general? ¿En un hombre de 26 años?- dijo el detective con tono de duda. -Sí. Al parecer fue causada por un repentino… ataque de pánico. -Entiendo. -También parece que se destrozó los tímpanos con sus propias manos.
-¿Qué llevaría a alguien a hacer algo así? -Bueno, hay una razón bastante lógica. -¿Cuál? -Era esquizofrénico. Encontramos sus medicamentos en la basura. En ese momento el detective creyó escuchar un silbido, casi imperceptible, pero que aun así estaba ahí. No lo creyó importante y siguió con su trabajo.

Los alpinistas desaparecidos

En 1959, un grupo de amigos se dirigía a hacer alpinismo y acamparon en Rusia. Poco después desaparecieron y dejaron sus carpas vacías. Cuando los cuerpos se encontraron llevaban poca ropa, tenían heridas internas y el cuerpo teñido de naranja. No había señales de lucha, aunque a algunos de ellos les faltaba la lengua y los ojos. Hasta el día de hoy no hay información sobre qué pudo haberles sucedido, aunque existen toda clase de teorías.

La canción que mata personas

En los años 30 se popularizó la canción Gloomy Sunday, pero poco a poco fue tornándose terrorífica cuando se difundió que más de 18 personas (algunos dicen incluso 100) se suicidaron en Budapest debido a ella. Hungría siempre tuvo altas tasas de suicidio, y la canción era tan popular que no resulta extraño que un suicida la estuviera escuchando. Además, la letra depresiva no ayuda demasiado para mejorar el humor. Sin embargo, hubo un suicidio real por ella: el creador de la canción se suicidó luego de que su único éxito fuera culpado de estas calamidades.

Chucky realmente existió

La película Child’s Play, donde un niño tiene un muñeco con un espíritu maligno dentro, está basada en una historia real. Robert es un muñeco de tamaño real que pertenecía al niño Gene Otto. Al parecer, un sirviente se enojó con la familia y puso un hechizo sobre el muñeco. El niño comenzó a hablar con él y para sorpresa de todos, recibía respuesta. Sin embargo, pocos creyeron en lo que Gene contaba sobre que el muñeco movía objetos. Luego de su muerte, Robert pasó de mano en mano y ahora está en un museo donde, según cuentan, suceden cosas extrañas

La primera asesina serial

Aunque no lo creas, el primer registro de alguien que asesinara gente en grandes cantidades fue una mujer en Roma llamada Locusta, precisamente en un período pacífico de la ciudad. En el siglo I fue encarcelada por envenenamiento, pero Agripina le dio el perdón luego de que la ayudara a asesinar al Emperador Claudius. Lo mismo sucedió tiempo después con Nerón, quien además le dio un sitio para enseñar sus artes y convertirse en profesora. Sin embargo, no pudo salvarse cuando el Emperador Galba la condenó y fue ejecutada públicamente.

Herculano y el Vesubio

Cuando pensamos en el Vesubio automáticamente pensamos en Pompeya, quizás por haber sido una de las ciudades más importantes y estar ahora enterrada debajo de la ceniza. Sin embargo, Herculano fue una ciudad pequeña, mucho más cercana al Vesubio y con consecuencias peores. Se dice que incluso algunos cráneos explotaron debido al calor concentrado y el magma cayendo en la ciudad. Estar allí durante la erupción seguro fue un infierno, con todos los elementos del Inframundo.

Los zombies del sífilis en las calles de Italia

En 1494 Italia no se parecía en nada a la que conocemos hoy en día. Un enorme brote de sífilis asolaba la ciudad, y la enfermedad no era escondida con vergüenza, como sucedería años más tarde, sino que se sufría frente a todo el mundo.

La enfermedad causaba que la piel en el rostro de las personas se cayera, así como las extremidades y los genitales. En términos estéticos, era prácticamente como vivir en una película de zombies. Las personas morían en el correr de algunos meses, con su piel completamente destruida

Los alpinista desaparecido

En 1959, un grupo de amigos se dirigía a hacer alpinismo y acamparon en Rusia. Poco después desaparecieron y dejaron sus carpas vacías. Cuando los cuerpos se encontraron llevaban poca ropa, tenían heridas internas y el cuerpo teñido de naranja. No había señales de lucha, aunque a algunos de ellos les faltaba la lengua y los ojos. Hasta el día de hoy no hay información sobre qué pudo haberles sucedido, aunque existen toda clase de teorías.

El hombre que intentó salvar a Lincoln


Aunque sabemos exactamente qué pasó cuando Abraham Lincoln fue asesinado, y también conocemos el nombre del asesino, poco sabemos del hombre que intentó salvar al presidente. Henry Rathbone estaba allí con su esposa cuando falló en su cometido: no pudo salvar a Lincoln y esto cambió su vida radicalmente.

Rathbone nunca se recuperó mentalmente e intentó matar a sus tres hijos 18 años más tarde. Cuando su esposa lo impidió, la apuñaló y luego intentó suicidarse. Cuando la policía lo encontró, el hombre seguía repitiendo que había personas escondidas detrás de los cuadros. Vivió el resto de su vida en un asilo, convencido de que alguien intentaba envenenarlo a través de las paredes


Slenderman


Algunos aseguran que quien lo ve una vez, lo tendrá para siempre en su vida. Siempre estará a su lado: comidas familiares, fiestas, reuniones de trabajo —que ocurrirán cada vez con menos recurrencia—, en la bañera, la intimidad y hasta mientras duerme. Slenderman no descansa. Si sientes un profundo escalofrío capaz de congelar tus ideas, tal vez Slenderman esté cerca y sin previo aviso, en cuanto tenga la oportunidad, simplemente desaparecerás.

Personas desaparecidas, niños que perdieron el rumbo a su hogar y que nadie volvió a saber de ellos, son los misterios más aterradores que sólo involucran a un personaje: Slenderman. El personaje que provoca un ataque de pánico a aquellos que lo miran. Figura oscura de más de dos metros, sin rostro, pálido, con tentáculos en la espalda y brazos largos. Llega sin aviso previo, observa sigiloso hasta que alguna toma fotográfica curiosa nos hace darnos cuenta de su presencia. Nadie lo mira, pero aquel que estuvo presente mientras Slenderman estaba cerca, desaparece sin remedio.


La primera vez que apareció fue en la década de los 80. Mientras unos hombres revisaban los escombros de un incendio de biblioteca en la ciudad de Stirling, California, encontraron una fotografía en la que un grupo de niños jugaba en el parque. En la parte trasera de la toma, se veía una figura oscura de más de dos metros pero los niños parecían no verlo: nunca más se supo de ellos ni de Mary Thomas, la mujer que tomó la fotografía, el único rastro que permaneció fue la instantánea que de alguna extraña manera encontraron en la biblioteca.


Al parecer, este ser es invisible a los ojos humanos, sólo se muestra a través de aparatos eléctricos o si él así lo desea. Un monstruo que observa entre las sombras y que acosa sin ningún tipo de premura ni interacción, llevándose el alma de la víctima poco a poco. Aquellos que están cerca de Slenderman se vuelven olvidadizos e irritables, pronto se dan cuenta de que ya no tienen vida social, les cuesta trabajo pararse del sillón y la mayoría pierde sus trabajos. Slenderman es una de las criaturas más poderosas del mundo sobrenatural, logrando inducir la locura o diferentes trastornos mentales en su víctima.


Slenderman se alimenta del miedo. Viste de negro. Sus víctimas nunca son halladas. En medio de bosques siniestros, solitarios parajes, paisajes urbanos llenos de niebla, Slenderman puede verse en fotografías que circulan por todos lados. Y es que al parecer Slenderman ha estado presente más de lo que imaginamos. El mito alemán “The Grossman” muestra un ser muy similar, igual que el alû, un monstruo mitad humano, mitad demonio que está presente desde los babilonios


La leyenda urbana de este personaje suena aterradora pero lo que desencadenó es aún peor. A mediados de 2014, dos niñas se reunieron en una pijamada y apuñalaron a una de sus amigas 19 ocasiones. La víctima sobrevivió al ataque pero las otras menores fueron juzgadas por intento de homicidio premeditado. Ellas eran seguidoras de Slenderman y muy pronto, un documental de HBO saldrá a la luz para contar su historia. “Beware the Slenderman”, dirigido por Irene Taylor Brodsky.

Slenderman nació como un creepypasta o leyenda de Internet para traumatizar a los niños. La historia original surgió en los foros de “Something Awful” en un concurso llamado “Creación de imágenes paranormales”. El 8 de julio del 2009 los participantes tuvieron que entregar una imagen terrorífica que pareciera una fotografía real y con una historia aterradora. 

Victor Surge logró impactar a todos con la visión de Slenderman. Después de la historia original, surgieron más fotografías y leyendas sobre el personaje. Por toda la red se esparcieron a gran velocidad y en algún punto, se aseveró que las historias, por supuesto, eran reales. Más noticias falsas con el pasado histórico de Slenderman circularon a partir de entonces.