17 may 2016

El Triángulo de las Bermudas

“Todo parece extraño”, dijo el piloto, dando el puntapié inicial a un mito imperecedero.
Mucho más que un mito aislado, la historia del vuelo 19 y su incierto destino ha fundado una máquina entera de crear misterios.
Cinco aviones de entrenamiento salieron de la estación naval en Fort Lauderdale, Florida, el 5 de diciembre de 1945. El piloto del avión que los dirigía se quejó de que sus brújulas y aparatos no estaban funcionando bien y que no sabía dónde estaba. Después de varias horas de vuelo, los aviones se quedaron sin gasolina y, hasta la fecha, no se los ha vuelto a ver. “Parece que estamos entrando en aguas blancas. Estamos completamente perdidos”, dijo el piloto a la Torre de Control. Luego, el silencio. Un silencio que no se ha quebrado aún.
De allí en más comenzaron a surgir historias de aviones perdidos en ese preciso lugar del globo, ubicado entre Miami, Puerto Rico y las Bermudas, manteniéndose el misterio vivo durante décadas, hasta la actualidad.
En esa misma jornada desapareció otro avión, el OBM Mariner que salió en misión de rescate; otros tres aviones desaparecieron allí en 1948 y 1949 y un yate naufragó 1955.
En 1963, luego de la desaparición de dos aviones de la Fuerza Aérea de los EE.UU. el escritor Vincent Gaddis escribió un artículo periodístico advirtiendo la presencia de fuerzas sobrenaturales que actuaban en ese área del océano, a la que nombró por primera vez con un término que pasaría a la historia: el Triángulo de las Bermudas.
Desde ese momento, la máquina mitológica no paró de incrementar su producción, dando lugar a enormes cantidades de libros, artículos, teorías, conferencias y debates en todo el planeta, que se mantuvieron desoyendo las investigaciones que dieron respuestas a cada una de las desapariciones, o al menos, a la mayoría de ellas.

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